viernes, 23 de marzo de 2007

Iemanja reina de Mar

En mis andadas por iglesias a la que he pastoreado y visitado, me encontré un día con demonio, el este se auto llamaba en español demonio del agua. La ministración fue así una persona, vino al la iglesia por primera vez; ¡Estaba de lo más normal! Además apenas me fijé, pues yo cantaba alabanzas, y cuando las canto, lo hago con los ojos cerrados y bien absortos en lo que estoy haciendo. (Por motivos de ética no mencionamos nada sobre la persona en cuestión)*
Llegado el punto de la predicación, “yo predicaba”, era un tema normal, pero el poder de Dios no estaba en las palabras que anteriormente había confeccionado, pues uno, no debe de subir a un púlpito sin nada, una vez, esta bien, pero Dios nos puede decir, que busquemos… ¿lógico, no? (Es muy importante el estudio exhaustivo de la palabra) La predicación tenía su contenido basado en el evangelismo, presentar a cristo, no me acuerdo bien, pero una vez terminado el servicio de culto y demás actos, esta persona se me acercó junto a otras para saludarme, es natural esto, ¡Pero cuando llegó su turno… estaba muy asustada! Me dijo: -Mientras UD cantaba… algo en mí me decía: ¡Que se calle! No lo podía soportar las canciones me estaban haciendo mucho daño.
Yo le dije que eso era normal, pues ella no conocía a Dios, ella dijo; ¡Si le conozco! Pero me presentó a Dios conforme el catolicismo. -Le dije que si ella estaba dispuesta podíamos hablar en otro momento: Muy angustiada, me dijo que el momento era aquel, allí mismo, eso me preocupó… y despedí a la gente, tan solamente se quedó mi esposa, después de un servicio de casi dos horas y media, nos quedamos los tres tras el púlpito en un espacio cerrado y resguardado por una largas cortinas… yo le dije que esto podía tardar un poco la persona dijo que no había problema, si cónyuge estaba de igual manera que la persona a la cual iba ministrar. YA que los coros hicieron ese efecto, le dije que inquinase su rostro, mi esposa hizo una oración presentando nuestro propósito, canté algunas canciones, bien suave… pero no parecía dar resultado alguno, de repente canté un coro sobre La sangre de cristo y el poder de ésta. Con una voz áspera y un tono elevado me interrumpió diciendo. -Cállate… ¡No vas a poder hacer nada por este alma, me pertenece! Pero yo seguí cantando… un momento más y paré.
Mire a los ojos de esta persona y le pregunté: ¿Quieres aceptar a Jesús como tu único salvador? Dijo que si… le hice la confesión a Cristo, y oremos un poco, en seguida el espíritu operante se manifestó; Dije:
- Te ato a la verdad. - Te ato a la palabra de Dios y a la justicia.
Automáticamente se cayó… y me dirigí a la persona… le dije que, no se preocupara que ahora Dios la protegería pero que era necesario que hablásemos, esta persona me contó muchas cosas, pactos, verbales, simbólicos y físico sin contacto sexual es decir sin el uso del cuerpo, pero si simbólicamente. Era un chaman de Brasil, que por medio de la magia blanca hacia las delicias de las personas ingenuas que recurren a ellos por temas de amoríos. Empezó contándole sus problemas, el le pidió algunas pertenencias de su cónyuge, se las llevó y se hizo algunos rituales africanos, con mezcla de santería (los santos padres de Brasil) La mezcla de las imágenes con ritos africanos. Después de algún tiempo, las cosas iban peor desde luego, entonces vino el agua bendecida por: Iemanja rainha do mar (Iemanja reina del mar) Se tenía que bañar con esta agua para que la atracción fuese total hacia la persona bañada por el agua. Pero para saber más e ella dejo que lo leáis en el links de la barra de vínculos.
Mi esposa estaba conmigo, ella esta como siempre muy atenta a lo que se podía escapar, entonces le ordené por 1ª vez que abandonase aquel cuerpo, ¡Sal en el nombre de Jesús! Sin gritar, ni alzar la voz… Pero la persona se negó con la cabeza, a ver… separemos una ministración lo que es alma cuerpo y espíritu. Cuando me dirigía al demonio este quería engañarme con la cara de la víctima pero no hablaba con gesto… pero como ya he mencionado en esta carrera contra las huestes demoníacas, ya tengo algunos kilómetros. El espíritu humano estaba subyugado por el demonio robándole así su voluntad y medio de comunicación cuando este se manifestaba, el cuerpo simplemente era el campo a disputar. Le dije a espíritu:
-Seáis cuantos seáis… desde el mayor al menor os ordeno por medio de la sangre poderosa del Señor Jesucristo, salid.
Entonces rugió… literalmente. Yo le dije no me engañaras con peones… y espasmos, ni tembladera, te ordeno que no le hagas daño a este cuerpo, enmudece… y así lo hizo. Bien, me senté frente a la persona y mi esposa detrás… obviamente era una mujer pues sin mi esposa no ministro a mujeres a solas. Desde instante fue despacio y lento, pero yo llamaba la atención del espíritu humano y este emergía del mar de oscuridad de donde estaba hundido. Le decía que si tenía algo que no me había contado, el demonio se aferraba a eso… y me contaba alguna barbaridad, es decir algún acto infame del demonio, y así una y otra vez se fueron marchando uno a uno… los demonios pequeños, hasta que hizo su aparición el demonio territorial (de ocultismo) rápido se identifico sin preguntarle, para una persona que nunca había estado en Brasil no podía saber lo que me estaba diciendo, me hablaba de orixas, de exun, egun y demás aspectos de la umbanda. Yo no hablo con demonios, pues es darle pompa, solo les ordeno en el nombre de Jesús y este crucificado por nuestra libertad, y resucitado para tener poder sobre todo demonio y la muerte. Llamaba a la persona por su nombre y esta salí de aquel trance que ya llevaba como casi tres horas… noble permití decirme palabra groseras, ni minar mi fe, solo le decía enmudece y el obedecía, pero no salía… esto me confundió un poco. Pensé falta algo más que no me ha contado, y así era, me contó algo asombroso, que el chaman en una de las últimas visitas le ordenaba que se pusiese en suelo, vestida, y el si tocarla se ponía sobre ella, como una danza, de sexo… asqueroso, todo me lo dijo envuelta en lágrimas… impuse mis manos sobre ella, ordenándole al demonio que saliera… ¡Pero no salía!
Invalidé el pacto, tanto verbal, como de fluidos y físico… aun así no salía… entonces como una idea, le hablé en portugués, cerrado… y le dije lo mismo al demonio, dijo que se lama Iemanja, que era esto u aquello, pero yo no le oía… solo sal, sal en portugués, hasta que le dije ella no cree, ha aceptado a Jesús y a ti, te ha dejado no tienes fuerzas, te debilitas, entonces se movía en su cuerpo como bultos… se le movía en la espalda, y cambiaba de tamaño a medida que avanzaba la minitración, y lugar, hasta que apenas notaba donde estaba, le preguntaba a la persona, y me decía donde se agarraba, la las palabras ya no podía, por que lo había confesado todo, a los pactos tampoco, se había roto… y así le ordené que adorara aquel cuerpo que ya no le pertenecía y como no tenía donde aferrarse no decía nada pues estaba atado a la verdad, es decir a la palabra de Dios. Empezó a llorar, primero un rato, tuvo unas arqueadas, pero no era el caso, típico de fumador, que se le cierra la traquea y le impide respirar por ello vomitan, bostezaba, lloraba constantemente, entonces cantábamos mi esposa y yo coros al Señor… y la dejé atada a la Justicia, Verdad y Palabra de Dios para que, si quedara algo saliese poco a poco. Casi tres horas, pero Dios logró salvar a aquella persona y se apuntó a sus filas, una victoria de Jesús aplastante a un demonio poderoso, a veces creemos los ministros que los demonios son flacuchos y que rápido se dejan vencer, es cierto dependiendo del grado de compromiso que la persona haya hecho con el. (Este informe es bastante más desagradable, pero no quiero darle ninguna gloria a este ser maligno, Jehová Dios le reprenda. En el nombre de Jesús. Atte. Rev. Pastor Mariano Vargas.