martes, 29 de julio de 2008

Conociendo al enemigo.

El Señor Jesucristo habló del diablo de una manera que no deja duda acerca de su existencia real y de su influencia y poder entre los hombres. Habló directamente con él en Su tentación (Mateo 4) (Lucas 4). Reconoció su dominio entre los hombres, tanto como su carácter, al hablar de los fariseos (Juan 8:44). También dijo que Satanás deseaba causar la ruina de los creyentes, pero su poder para hacerlo era limitado por Dios (Lucas 22:31). También reconoció Cristo que detrás de aquellos que le crucificaron estaba Satanás, inspirando todo, pero por detrás y sobre Satanás, estaba siempre el Padre Celestial con Su plan para la redención de todo creyente (Lucas 9:22)(Juan 18:11).
Estando en el cielo nuestro Redentor, por el Espíritu Santo ha inspirado a sus apóstoles a escribirnos, a fin de que sepamos los ardides de nuestro enemigo y no seamos engañados y cautivados por él. LA EXISTENCIA DE SATANAS.
Por cierto para el cristiano, la Palabra de Jesucristo basta, porque es la evidencia más fidedigna que puede haber: La Palabra de Dios que no puede mentir. Naturalmente, el mismo diablo no quiere que los humanos sepamos la verdad acerca de él, porque así hace más fácil el que nos engañe. Por lo tanto, lucha de muy diversas maneras a fin de que nadie sepa esta doctrina. Ha inspirado dibujos y caricaturas de un ser feo, rojo, con cuernos y rabo, para que se rían todos, sabiendo que nadie ha visto una criatura tal. La Biblia explica que él puede ser unas veces como un león, y otras veces como un ángel de luz para espantar o engañar con sutileza. Pero ningún personaje bíblico trata livianamente la realidad de Satanás y sus demonios. Es una verdad real y terrible que la Palabra de Dios nos enseña y amonesta para nuestro eterno bien. Tan seguramente como existe el Dios de la Biblia, absolutamente perfecto y santo, el origen de todo lo bueno (Santiago 1:7), así lo malo también tiene su origen en una persona sobrehumana, perfectamente maligna. Una vez de ser cómica la creencia de un ser maligno, quien encabeza las fuerzas opuestas a Dios, más bien es trágica la incredulidad acerca de su existencia que hay entre los "modernos". Creyendo que es una superstición al pensar que Satanás actualmente vive, ellos así permiten que él siga obrando a sus anchas sin que haya sospecha del engaño que sufren. Razonable y lógica es la pregunta: ¿quién hace sus veces en el mundo? No es pura imaginación el creer ver una mente maestra, sobrenatural y maligna, dirigiendo una lucha tenaz contra todo lo bueno de la tierra. La manera en que las nuevas invenciones, como la radio y la televisión, y antes el cine, han sido usados en su mayor parte para los elementos mundanos, nos hace pensar que una campaña bien organizada y hábilmente dirigida, para captar todo lo que hay en el mundo para el reino del mal. El mismo tentador que llevó el pecado de la desobediencia de nuestros primeros padres, nunca ha cesado de tentar a toda la humanidad. La persona activa siente que sus tentaciones le son presentadas con una sabiduría espantosa, bien calculadas para atacarle en los puntos vulnerables y en los tiempos más propicios, como si fueran preparadas por un ser que le conocía íntimamente y que quería alcanzar su ruina completa. Si no es el diablo quien dirige esta obra nefanda, cómo dijimos, será entonces su gemelo. La depravación moral del hombre mismo, no daría organización y coordinación a las fuerzas malignas en el mundo, ni haría que todo fuese una manifestación de un odio infernal a Dios y un esfuerzo sobrehumano para robarle Su Gloria. LOS NOMBRES DEL DIABLO. SATANÁS:
En la Biblia hay muchos nombres, algunos muy descriptivos de su carácter maligno, pero todos refiriéndose a la misma persona. La siguiente lista es muy incompleta, pero se puede extender por lo menos otro tanto: (Génesis 3:1-15) "Serpiente": Serpiente antigua (Apocalipsis 20:2), una serpiente es astuta (por el espíritu de Satanás), pues engaño a Eva en el Paraíso. También transmite veneno (Números 21:4-9), es decir, Satanás nos envía veneno, críticas, celos, murmuraciones (2ª Corintios 11:3). SATÁN:
Lo mismo que Satanás (Job 1:6) (Job 2:7). Adversario (1ª Pedro 5:8). León buscando a quién devorar, como el león da vueltas alrededor de la manada, y cuando ve uno débil y separado, entonces le ataca y lo caza. Sed sobrios y velad. LUCERO O LUCIFER.
Igual al lucero o estrella (Isaías 14:12). Portador de luz, este querubín que desobedeció y se enalteció por su orgullo delante de Dios, y por su rebelión fue echado del reino de la luz, en el cual era llamado luz bella, al reino de las tinieblas, y que ahora está engañando al mundo entero, está robando, matando y destruyendo (Juan 10:10).
(Marcos 3:27) "Ninguno puede entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes, si antes no le ata, y entonces podrá saquear su casa."
(Ezequiel 28:13-19) Rebelión de Lucifer. El pecado. Orgullo.
(Apocalipsis 12:12) ¡Ay de los moradores de la tierra!
(2ª Corintios 11:14-15) Satanás también tiene a su servicio religiosos y ministros.
(Mateo 7:15) Como pieles de oveja, pero lobos rapaces por dentro. ¿Cómo puedo saber cuáles son los ministros de Dios?
Los ministros de Dios son aquellos por los cuales puedo conocer al Maestro. Juan el bautista hizo un triángulo y enfrentó a la gente con Jesús. No así los falsos (Juan 1:29-30).
Leviathán: Monstruo marino (Isaías 27:1).
Beelzebub: Señor de las moscas (Mateo 14:24).
Diablo: Homicida, mentiroso (Juan 8:24).
Príncipe de este mundo: (Juan 12:31). También "dios de este siglo" (2ª Corintios 4:4). El quiere cegarnos, como ciega al mundo, para que vivamos en las tinieblas, nos ciega y mata espiritualmente.
Belial: Indignidad (2ª Corintios 6:15).
Adversario, acusador: (1ª Pedro 5:8) (Apocalipsis 12:10). Acusador y calumniador de hermanos, él nos tortura en nuestras mentes, o nos sube o nos baja y acompleja hasta, si puede, frustrarnos y matarnos espiritualmente, hasta que estemos en su reino de las tinieblas. En la Iglesia empieza a quitarnos la paz y ponernos a mal con los hermanos, con los siervos del Señor y por último con Dios, y entonces nos dejará en paz. No podemos evitar que las acusaciones vengan, pero si entran es porque no llevamos el "YELMO DE LA SANTIDAD Y EL ESCUDO DE LA FE" (Efesios 6:17) (Efesios 6:11-12).
El diablo peca desde el principio: es pecador (1ª Juan 3:8).
Rey, el ángel del abismo, Abaddón, Apolión: destructor (Apocalipsis 9:11). El viene a destruir el hogar, la Iglesia, la sociedad, y podemos ver cómo está el mundo en las manos del maligno. Se mueve en cintra de todo ministerio, bien sea de la iglesia "ministerio de la reconciliación, cómo de los pastores, y persona que tengan cargos en la misma. El dragón (Apocalipsis 12 3 y 7). El engañador: (Apocalipsis 20:10) (Juan 10:10). El ladrón no viene sino para robar, matar y destruir. Es nuestro adversario y nos ataca por medio de tres enemigos:
- El demonio: (Efesios 6:12) y la jerarquía de los ángeles caídos. - El mundo: (1ª Juan 2:16), los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria. - La carne: (Gálatas 5:16-26).La carne no quiere obedecer.
El es un asesino: intentó matar a Moisés por medio de Faraón (Éxodo 1:22). También lo intentó con nuestro Señor Jesucristo por medio de Herodes (Mateo 2:13-16). Satanás usa a Herodes pues no sabe donde nacería el niño. Dios cegó la visión de Satanás y destruyó su obra. ¿Dónde está? ¿Dónde va a nacer? El utilizará a una persona o un pensamiento, y más cuando somos niños en Cristo y todavía no somos fuertes. En el libro de Ester (4:14), Dios usa a la reina para destruir la obra de Satanás, Amán. En los Hechos, también tenemos ejemplos de la obra que Satanás quería destruir, por ejemplo (Hechos 27:20-30) el naufragio provocado por Satanás. Sabiendo y conociendo al enemigo (nosotros), podemos vencerle por medio del Espíritu de Cristo, que venció a Satanás en la Cruz (hebreos 2:14): "...para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo." Cristo en la Cruz, venció el poder de Satanás y como resultado nos libró de la muerte. El llevó la cautividad cautiva. ¿Cuáles son los bienes del enemigo? Satanás tentó a Jesús en el desierto (Mateo 4:3-11). Satanás reina en las tinieblas y nos ofrece bienes materiales, riquezas y placeres para el alma y el cuerpo. EL REINO DE SATANÁS.

¿Cómo podemos atarlo? - Por el nombre de Cristo (Marcos 16:17): "En mi nombre echarán fuera demonios." - Por la oración: Pedro oró y rogó al Padre, y Dorcas vivió. - Por la Palabra: (Hebreos 4:12)"Porque la palabra de Dios es más cortante que toda espada de dos filos, y penetra hasta partir el alma..." - Por la humildad: (Filipenses 2:5-11)"Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz." - Resistiéndole: (Santiago 4:7)"Someteos a Dios, resistid al diablo y huirá de vosotros." - Por medio de la armadura de Dios: (Efesios 6:11-18)"Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo." - Por medio de la obediencia a la Palabra: (Filipenses 2:5-11).
- Por la predicación del Evangelio: (Romanos 1:16) "El Evangelio es poder de Dios, poder de salvación a todo aquel que cree,..., y agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación."(1ª Corintios 1:21). - Recibiréis poder: (Hechos 1:8). Satanás conoce nuestras debilidades. El nos manda dardos a nuestras mentes; no podemos evitar que las aves vuelen a nuestro alrededor, pero podemos evitar que aniden. Jesús vio caer a Satanás como un rayo cuando se manifestaba el poder de Dios (Lucas 10:18). - No andar en tinieblas: (Juan 8:12) "Somos la luz del mundo."(Mateo 5:14). - Las obras de los cristianos en el nombre de Jesús: (Juan 14:12) Tiene el Señor muchas cosas para sus hijos, aunque por ahora no las podamos llevar (Juan 16:12-15); pero nosotros, los cristianos, hablamos sabiduría de Dios y poder de Dios en nuestras vidas (1ª Corintios 2:6-7). LA HISTORIA PASADA DE SATANÁS. EL ANTIGUO TESTAMENTO.

El personaje llamado "serpiente", que es el diablo y Satanás (Apocalipsis 19:2 y 20:2), primero se encuentra en el tercer capítulo de la Biblia (Génesis 3:4-15). No hay ningún esfuerzo para explicar su presencia en el Edén, ni para decir de dónde vino ni a dónde se fue después. Dios mismo habla con él como a una personalidad responsable, aunque estaba en aquel momento en forma de serpiente. No sólo estaba presente, sino que ya tenía el carácter diabólico, cosa que no causó sorpresa a Dios, quién sabía con quién trataba. El Creador no preguntó a la serpiente el por qué de sus acciones, ni de donde le vino la idea de tentar, ni quién le enseñó. Una vez que sacó del hombre y de la mujer su confesión y acusación, pronunció Dios la sentencia de juicio sobre la serpiente. Allí mismo estaba la fuente de la maldad. No hubo que preguntar más, ni averiguar causas. El ser que usó la serpiente como instrumento para engañar a la mujer, fue reconocido por Dios y enjuiciado severamente.
Satanás había sido creado por Dios y era bueno cuando fue creado (Génesis 1:31) ¿Qué había acontecido para que este ser creado bueno, apareciera sobre el escenario humano ya corrupto y corruptor de la humanidad? Es posible replicar que la Biblia no contesta categóricamente esta pregunta. Pero si hay pasajes que no pueden ser comprendidos del todo a menos que sean aplicados a Satanás, un ser espiritual, un ángel de alto rango, sobrehumano e inocuo, creado santo pero caído, de gran influencia e importancia. También es cierto que los otros pasajes bíblicos que indudablemente hacen referencia a Satanás, están de acuerdo con tal interpretación. Después de la caída de Adán y Eva, no hay otra referencia al diablo, o que se le mencione por nombre en la Biblia, hasta el tiempo del patriarca Job, por lo menos veinte siglos más tarde. Pero aún no es mencionado directamente. Sus pisadas en la tierra de los hombres dejan huellas tan terribles que no es difícil seguir la pista. El primer hijo de nuestros primeros padres, llegó a ser un homicida desde que mató a su hermano (Génesis 4:8), pero detrás del acto, en un esfuerzo para matar al Redentor prometido (Génesis 3:15), estaba Satanás, el maligno, quién incitó a Caín a matar a su hermano Abel (1ª Juan 3:12). Luego Caín se separó de sus padres y más tarde se casó con su hermana o sobrina, levantando una descendencia renombrada por sus grandes obras materiales y su crueldad (Génesis 4:16-24). En Romanos 5:14 leemos: "... reinó la muerte desde Adán hasta Moisés", y en Hebreos se lee: "Aquel que tiene el imperio de la muerte, es el diablo." Es imposible leer el capítulo cinco del Génesis, sin darse cuenta de la triste verdad del imperio de la muerte, siendo que ocho veces se repite la frase "y murió", como la culminación de los actos de cada patriarca. De esta suerte reinó Satanás durante los muchos siglos entre Adán y el diluvio. El hecho de que Enoc y Noé predicaban la justicia, condenando la impiedad de los hombres (Judas 1:14-15) (2ª Pedro 2:5), prueba de que el diluvio era merecido como la ejecución de aquella generación que había perdido el derecho de vivir. Sea que se interprete la frase "hijo de Dios" (Elohim = poderoso)(Génesis 6:2), como referencia a los demonios o ángeles caídos (Judas 6), a los hijos de Caín o los hijos de Set, siempre fue una gran rebelión contra Dios y trajo la destrucción de toda la raza humana, menos ocho personas. Satanás, el homicida y destructor, era quien obró de tal manera que "era mucha la maldad del hombre en la tierra y que toda imaginación de los pensamientos de su corazón era solamente mala todos los días". Esta condición hizo necesario el castigo por el Dios de la justicia, siendo este mismo Dios, en Su maravillosa gracia, quien proveyó para el futuro de la raza humana (Génesis 6:8). Después del diluvio, Dios mandó a los hombres a esparcirse para henchir la tierra. En vez de cumplir con el mandamiento, los hombres se agruparon en ciudades, con algunos hombres por jefes, como Cus y Nimrod, en oposición a Dios. De la elevación de un hombre sobre los demás, vino la veneración de héroes y luego el próximo paso: la idolatría y el politeísmo, todo siendo inspirado por Satanás (1ª Corintios 10:20). Tal confianza propia llegó a tener el hombre, que concibió la idea de llegar al cielo por sus propios esfuerzos (Génesis 11:4). Empezaron la obra, pero Dios les confundió obligándolos luego a dispersarse. Según la tradición, fueron Cus, Nimrod y su esposa aquellos que "inventaron" la idolatría, pero es satánico su origen, diabólica su práctica e infernal sus resultados. A esta época de la historia pertenece el libro de Job, con sus revelaciones divinas de una de las maneras en que Satanás obra, y algo de los propósitos de Dios en permitirlo. Si leemos los dos primeros capítulos del libro de Job, podemos tener en mente las escenas allí descritas: es una de las raras ocasiones en que lo que pasa por la tierra está unido con lo que pasa en el cielo, junto con ciertas indicaciones de las razones divinas para permitir aparentes calamidades en las vidas humanas. No es común que tales cosas sean reveladas, y fuera de la Biblia es imposible encontrar aclaraciones fidedignas a estos misterios. Aquí, pues aprendemos:
a. Que Job era un patriarca, o sea, un padre de familia, que ocupaba el lugar de sacerdote, ofreciendo sacrificios por cada miembro de su familia. Se ve que el pecado era reconocido junto con la necesidad de derramar sangre en propiciación por el pecado. Que Dios es Santo y que ninguna persona humana puede llamarse perfectamente santa.
b. Que la sinceridad en la adoración a Dios, en vivir correctamente y en ofrecer sacrificios por los pecados conocidos y desconocidos, no garantizan inmunidad de pruebas, tentaciones y grandes aflicciones. No hay garantía de que los creyentes tendrán riqueza y salud para toda la vida. ¡Cuántos hipócritas estarían en la Iglesias si así fuera!
c. Que las pruebas de los justos no son necesariamente una indicación de que han pecado de una manera especial, y su infortunio, pues, el castigo por esa transgresión.
d. Que Dios tiene sus buenas razones para permitir cada prueba en la vida de los suyos, sin que esté por esto bajo ninguna obligación de revelarles sus pensamientos. Puede ser, como en el caso de Job, que si hubiera conocido desde el principio todas las circunstancias, la prueba no hubiera resultado en nada convincente. La confianza tenía que sobre-vencer la falta de una explicación divina.
e. Que era Dios quien desafiaba a Satanás con el testimonio de la vida recta de Job. Como Satanás, había sido infiel a Dios bajo circunstancias mucho más propicias, un hombre fiel, aunque en la carne y en el mundo, constituía una condenación a Satanás. Dios reconocía una "necesidad" de obligar a Satanás a admitir el valor de ese testimonio. Esto indica cierta importancia y dignidad de Satanás.
f. Que el carácter del diablo es malo; no cree a Dios, ni que Job sea sincero. Desea destruir el testimonio de Job no quiere que ningún hombre sea justo.
g. Que Satanás es muy poderoso aunque malo. Puede gobernar los elementos, esto es, los vientos, los relámpagos, etc., Los ejércitos paganos, los bandidos, etc., para que efectúen su voluntad.
h. Que en el caso de un hombre justo, como lo fue Job, encerrado o protegido como por un muro por su integridad y sus sacrificios, Satanás tiene que conseguir permiso expreso de Dios para penetrar sus defensas y hacerle daño. Esto no quiere decir que siempre sea así, v.g. cuando el cristianismo no se cuida, dejando de velar en oración, de confesar a Dios sus rebeliones, de estar siempre alerta contra las asechanzas del diablo, y por su pasividad, indiferencia o simple descuido permite que se abran brechas en sus defensas, dejando así el camino expedito a que el enemigo entre y lo saquee. En tal caso no opera un permiso divino especial sino una ley espiritual, y Satanás hace su obra según esa regla.
i. Que Dios mismo fija los límites a la operación satánica. Si no fuera así, el diablo acabaría con la humanidad entera muy pronto, me parece. El es homicida, como es declarado en la Escritura, sin embargo Jehová no le permitió quitar la vida de Job.
j. Que Dios predominó e hizo que las calamidades venidas sobre Job le trajeran doble bendición. Sin embargo eso no garantiza que toda víctima de Satanás ha de ver el mismo resultado en este mundo. Los mártires cristianos son un buen ejemplo de esto. Los propósitos de Dios incluyen la eternidad, no sólo el tiempo presente.
El tiene derecho de hacer uso de los suyos como El quiere, sin obligación de explicar sus razones. Y aquí, en el libro de Job, vemos que un hombre fue empleado por Dios para desmentir a Satanás. No pretendo comprender la necesidad de esto, si era para aumentar su condenación, o para tratar de sacarle una confesión de la justicia, o para convencer a los demonios, o que. Después del tiempo de Job, Satanás es mencionado directamente por nombre como aquel que incitó a David a tomar el censo del pueblo de Israel. La historia del censo se encuentra primero en 2ª Samuel 24:1, dónde se indica que Dios, en su ira, incitó a David a enumerar a los israelitas, pero 1ª Crónicas explican que el diablo realmente estimuló a David. Lo más natural es considerar que Dios era responsable, que permitió a Satanás hacerlo como castigo y reprensión por el orgullo de David y del pueblo. Hay dos referencias más en el A. Testamento a la obra de Satanás. La primera es el Salmo 109:6, uno de los Salmos imprecatorios, dónde David pide que Satán esté a la derecha de sus enemigos impíos, que es lo mismo que pedir que tengan siempre adversario. Pero en Zacarías 3, Satanás es visto en visión como el adversario del sumo sacerdote, acusándole. Hay todavía dos pasajes más en el A. Testamento por considerar. Se dejan estos pensamientos para considerar al último, por no pensar en que se basó la anterior en pasajes alegóricos e indirectos en su aplicación. Es porque en uno de los casos, el contexto habla del Rey de Babilonia, y en el otro del Rey de Tiro. Pero las descripciones son tales que no pueden ser explicadas a ningún ser humano sin ocurrir en exageración e hipérbole en alto grado, cosa no común en las Sagradas Escrituras. El primero es Isaías, capítulo catorce, donde por lo menos los versículos 12 a 15, dejan de hablar del Rey humano de Babilonia, para hablar del ser espiritual que le inspiró en su maldad. Considerando así, en conformidad con los otros pasajes ya tratados, vemos que Satanás es llamado "Lucero, hijo de la mañana". Más tarde, vemos lo mismo, que Satanás estaría encargado (antes de su caída) del gobierno físico de este mundo, entre otras responsabilidades. Por su orgullo y su propósito de hacerse igual a Dios y recibir adoración, fue derribado. En Ezequiel 28:12-19, hay otra referencia igual. Los primeros versículos hablan del príncipe de Tiro, un hombre; pero después el profeta habla del ser espiritual (que quiere decir que es espíritu), no es cristiano, que inspiraba y estimulaba al príncipe. Otra vez vemos a Satanás:
a. Fue creado (v. 13-15).
b. Fue perfecto en todos sus caminos; fue hermoso, sabio y resplandeciente; era la suma de la perfección creada (v. 12-15-17).
c. Estaba en el Edén de Dios, donde era querubín grande, protector (v. 13-14).
d. Pecó. Su orgullo fue la causa. Enalteciese su corazón debido a su hermosura y la multitud de su contratación (tráfico, comercio, o sea, muchas responsabilidades). Se cree que estaba encargado del sistema planetario para el advenimiento del hombre (v. 15-18). Jesucristo dijo que el diablo no permaneció en la verdad (Juan 8:44).
e. Fue arrojado del lugar del Santuario celestial, que había profanado con el pecado (Isaías v. 16-19).
f. El lugar que ahora ocupa es muy reducido, en comparación con el estado anterior (Ezequiel v. 16-19). EN EL NUEVO TESTAMENTO. Ya hemos hablado anteriormente mucho de la actividad de Satanás en los días de Jesucristo. Se opuso a que naciera en Belén para cumplir la profecía; trató de matarle en su niñez; le tentó con un esfuerzo supremo después de su bautismo; trató de ahogarle en el mar por medio de una tempestad, de arrojarle por una peña en Nazaret y, por fin, en Getsemaní y en el Calvario, pareció que lograba su intento. Pero Cristo otra vez le venció por la resurrección y ascendió al cielo y envió al Espíritu Santo. Todo esto no ha hecho al diablo dejar de oponerse a Dios, ni de tentar a los hombres. El apóstol Pedro dijo que Satanás había llenado el corazón de Ananías (Hechos 5:3) para que mintiera al Espíritu Santo. También se puede ver en Hechos 10:38, 13:10 y 26:18, etc. Mediante los arrestos de los apóstoles, el martirio de Esteban y de Santiago, las persecuciones, las divisiones, etc., Satanás se opuso al establecimiento de las Iglesias Cristianas. LAS ACTIVIDADES PRESENTES DE SATANÁS. COMO SON DESCRITAS EN LAS EPÍSTOLAS DEL NUEVO TESTAMENTO.

No habiendo razón para creer que el diablo haya dejado de obrar hoy lo mismo que en los días de los apóstoles, deduciremos que sus actividades en el día de hoy son las mismas. El busca la tentación de la persona, de cada individuo, y en cada caso obra indistintamente, pero obra. El apóstol Juan dice: "Todo el mundo está puesto en maldad." (1ª Juan 5:19). Es decir, que "Todo el mundo yace bajo el dominio del maligno." O todo el mundo está adormecido en el seno del maligno. Satanás, como dijo Jesucristo, actúa como padre de los suyos, pero como un padre sin misericordia (Juan 8:44). También Satanás es reconocido como rey o dios de este mundo, o siglo. Su reino es el de las tinieblas y la muerte (Hebreos 2:14) (Judas 9). Un reino espiritual maligno, que obra en los hijos de los desobedientes, cegando los ojos de su entendimiento para que no entiendan la verdad de la salvación en Jesucristo (Efesios 2:2-3) (2ª Corintios 4:1-3) (Juan 12:31) y otros. El diablo, entonces, continua ejerciendo sobre los incrédulos el dominio que Adán le entregó cuando pecó. El pecado en el hombre y el dominio satánico sobre el hombre son, así unidos, estrechamente relacionados (1ª Juan 3:8). CON RELACIÓN A LOS CREYENTES.
Satanás no sólo lucha tenazmente para no soltar a ninguno de los suyos (eso es, para que tengan fe en el Señor Jesús y sean salvos), sino que también es muy activo en buscar la ruina espiritual de los que ya le han dejado para seguir al Salvador. Se hace adversario de cada creyente, acusándole (1ª Pedro 3:8) como en Job 1 y 2. Es el enemigo de cada cristiano (1ª Corintios 15:56) (Mateo 13:19) (Lucas 10:19). Pone lazos para engañar y entrampar en lo malo a los creyentes (1ª Timoteo 3:7) y esto explica el origen verdadero de tantas religiones falsas en el mundo cristiano, hoy en día. Con un poquito de verdad y mucho de error, las sectas se multiplican negando la deidad de Jesucristo y la eficacia de Su Redención. Por medio de la oración el cristiano resiste las asechanzas del diablo (Efesios 6:11). Se entiende que el diablo desea engañar a los creyentes en muchas cosas, como en la dirección divina, la interpretación de pasajes de la Biblia, fanatismo y otras muchas cosas, como criticar a los hermanos y a los que no lo son. Se esfuerza en tentar a los cristianos a fin de que pequen, se desanimen y dejen de orar, leer la Biblia, de servir al Señor y de andar en la luz (1ª Corintios 7:5) (2ª Corintios 2:11). Para hacer estas cosas, Satanás a veces se transforma en ángel de luz, para engañar, o es como león rugiente para espantar y confundir (2ª Corintios 11:14) (1ª Pedro 5:8). Satanás también sirve de azote para la corrección de los cristianos. Dios se lo permite, pero siempre será para bien del cristiano (1ª Timoteo 1:20). El diablo también trata de estorbar la obra de Dios y a través de los siervos. Debemos de tener cuidado, todos los que ejerzan al ministerio, pues la falta de bendición, puede ser obra de Satanás. EL cristiano no debe de ser ignorante en cuanto a la obra del diablo, pues es un enemigo que debe de ser resistido (Santiago 4:7). Ha sido condenado y debemos de evitar su condenación (Juan 16:11). Como llenó el corazón de Judas, para que entregara a Jesús, y el corazón de Ananías, para que mintiera al Espíritu Santo, debemos de reconocer este enemigo de Dios y del hombre y someternos a Dios y resistir al diablo. Cierto es que hay algunos creyentes que dan la impresión de preocuparse más por Satanás y sus ángeles, mencionándoles más en sus oraciones, que al mismo Dios. El Satán de las Escrituras, aquel ser atroz que se atrevió a ofrecer a nuestro Divino Señor su patrocinio. "Cuando el hombre es llevado a caminos malos, de su propia concupiscencia es atraído y cebado"." El corazón humano -nuestro mismo Señor declaró- es la fuente vil de donde emanan las inmoralidades y crímenes". Usando la voz "inmoral" en su sentido estricto y popular, no hay base para la creencia de que Satán jamás provoca a un acto inmoral. El Antiguo Testamento es elocuente por razón de su silencio. Si la creencia popular fuera bien fundada, ¿es posible que desde Génesis hasta Malaquías ni una palabra pudiera encontrarse en apoyo de ella? En sólo tres pasajes es mencionado Satanás. Según el Nuevo Testamento tenemos que evitar el error popular de confundir a Satanás con los ángeles que "no guardaron su dignidad, más dejaron su habitación" (Judas 6) (2ª Pedro 2:4). Estos están encadenados esperando el "juicio del gran día". No tienen parte en el curso de los asuntos humanos. Los demonios son seres de un orden diferente, se asume que están subordinados al diablo, y como alguno de ellos son llamados expresamente "espíritus malignos", la malignidad es atribuida a Satanás. Pero esta asunción está basada en parte en las creencias judaicas, y aún si fuera la verdad, la inferencia sería forzada. Un soberano puede tener sujetos viciosos y sin embargo no ser vicioso el mismo. A esto podemos añadir una disertación que alegue que Satanás no está interesado en la moralidad o inmoralidad de nadie, sino en alcanzar la derrota de Jesucristo, y que el mundo llegue a aceptar al mismo diablo como su Mesías en vez de creer que Jesús de Nazaret es el mismo Dios encarnado. Esa es la mentira y el homicidio (Juan 8:44). Habla de la majestad de Satán, dignidad que le fue entregada, como dice en Lucas 4:6, y como está preparando el mundo para el día cuando ha de creer su mentira. Hoy se manifiesta en aquellos púlpitos donde se habla de Jesús, el gran Maestro, mártir, etc., sin decir nada de Su Deidad, ni de Su Redención, sin mencionar el tema indigno del pecado, ni de admitir que una persona puede ser perdida. Nadie puede asegurarse que (el diablo) no ha de emplear los métodos más viles para entrampar a los ministros de Cristo, y así destruir su testimonio y su servicio. Pero sabemos que el pecado puede humillar al cristiano, pero la Filosofía y la Religión no pueden sino cultivar su amor propio. y el Orgullo es el lazo del diablo (1ª Timoteo 3:6-7). Sabemos que cuando el cristiano menciona al diablo y sus tentaciones, no le importa si es Satanás en persona o uno de sus demonios. Se nombra a Satán porque es imposible nombrar al emisario, por no saber cómo se llama. Sin embargo, Satán mismo es incurablemente malo. Cuando el apóstol Pablo maldijo a Elimas, hay una conexión íntima entre la expresión "hijo del diablo" y las otras: "lleno de todo engaño y toda maldad" y "enemigo de toda justicia" (Hechos 14:10). Estamos de acuerdo en que Satán no es omnipresente ni omniconsciente, y que no puede personalmente estar tentando a todo el mundo todos los días. Sus emisarios pueden y lo hacen. Pero podemos sostener que el mal no es impensado, el azar o el acaso, es un sistema organizado con su cabeza y lleva un solo fin, aunque usa varios medios para alcanzarlo. No hay que olvidar nunca que el león rugiente y devorador es el mismo que se transforma, temporalmente, en ángel de luz para engañar y desviar a los fieles. EL FUTURO DE SATANÁS. En su Palabra, Dios nos ha revelado que en el futuro Satanás seguirá la misma meta que le ha caracterizado desde su caída hasta hoy, pero que vendrá su fin cuando sea encerrado para siempre en su propio lugar. Las experiencias del pasado y las de hoy, no han convencido a Satanás de que es inútil tratar de exaltarse hasta ser igual al Altísimo, pues constantemente está persiguiendo ese fin. Aún llegará el momento cuando la mayoría de los hombres adoren abiertamente a "la serpiente" o "bestia", quien recibirá tal culto en la persona del "anticristo", que será, según muchos, la encarnación del mismo Satanás. Tal victoria será corta, falsa y fatal. En la primera referencia bíblica a Satanás, la serpiente es condenada al fracaso eterno. En Génesis 3:15, tenemos la promesa del Redentor, quién ha de sufrir en el calcañar o talón, una herida inferida por la serpiente, mientras que el Salvador, nacido de mujer, había de herirle en la cabeza. Ahora bien, si interpretamos esa profecía como referencia a la crucifixión del Señor, como el cumplimiento literal, y la muerte física del Señor, en la declaración divina del diablo hiriendo en el calcañar a la simiente de la mujer, ciertamente la otra parte de la misma profecía: "te quebrará la cabeza", pronuncia la sentencia de condenación final de Satanás. En Mateo 25:41, se encuentra el fin de enseñanzas parabólicas del Señor, pero si este versículo es lenguaje figurado, la realidad de la que habla ha de ser todavía más terrible. Esta descripción del juicio de las naciones no fue relatado como parábolas (estas son así nombradas), ni dijo el Maestro que era una comparación o semejanza. En frases directas profetiza la manera en que El ha de juzgar a las naciones cuando regrese a la tierra. Dice que los perdidos han de ir al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Es claro, luego, por esta enseñanza divina, que el diablo está perdido, sin esperanza para salvarse. Ha de pasar la eternidad en el lago de fuego que Dios tiene preparado para él y sus ángeles. Nunca quiso Dios que los humanos fuesen a tal lugar, pero aquellos que rehúsan seguir a Cristo han de acompañar a Satanás en su destino eterno. Conforme a esto leemos en Juan 16:11, que el príncipe de este mundo ha sido juzgado, que quiere decir "condenado".
"Mucho más se puede decir de Satanás en el tiempo de la tribulación y otros temas." Pastor Mariano.
Agradecimiento; a anónimos materiales de la red y gracias a este sistema que es de bendición por que la palabra de Dios corre y es glorificada.